El cobre también se ha utilizado en la fabricación de monedas durante mucho tiempo debido a su disponibilidad, durabilidad y asequibilidad en comparación con otros metales preciosos como el oro y la plata. El cobre es un metal dúctil y maleable, lo que significa que puede ser fácilmente transformado en láminas delgadas y acuñado en monedas con detalles finos.
Históricamente, muchas civilizaciones han utilizado el cobre en la fabricación de monedas, durante la Edad Media, el cobre se convirtió en un material común para la acuñación de monedas en Europa, especialmente para las monedas de bajo valor.
Hoy en día, el cobre sigue siendo un material popular para la acuñación de monedas de baja denominación en todo el mundo. La aleación de cobre utilizada en la fabricación de monedas también puede contener otros metales, como el níquel y el zinc, para mejorar su resistencia a la corrosión y su dureza. Además de su uso en la fabricación de monedas, el cobre también se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones, como en la electrónica, la construcción y la fabricación de tuberías.
En Inglés se le conoce como “Copper”.