La plata se ha utilizado en la fabricación de monedas durante siglos debido a sus propiedades únicas. Al igual que el oro, la plata es un metal noble que es resistente a la corrosión y tiene una alta maleabilidad, lo que la hace ideal para la acuñación de monedas con detalles finos y precisos.
Históricamente, la plata se utilizaba comúnmente como medio de intercambio, y muchas civilizaciones antiguas, como los griegos, romanos y bizantinos, acuñaban monedas de plata. Durante la Edad Media y la era moderna, los países europeos comenzaron a acuñar monedas de plata en grandes cantidades, y la plata se convirtió en una moneda de curso legal en muchos lugares del mundo.
Hoy en día, aunque las monedas de plata ya no se utilizan comúnmente como medio de intercambio, se siguen acuñando para coleccionistas e inversores. Las monedas de plata son muy valoradas debido a su pureza, rareza y belleza estética, lo que las convierte en una forma popular de inversión y objeto de colección. Además, la plata también se utiliza en la fabricación de monedas conmemorativas y medallas.
En Inglés se le conoce como “silver”.