El níquel se utiliza en la fabricación de monedas principalmente para aumentar su durabilidad y resistencia a la corrosión. La aleación de níquel utilizada en la fabricación de monedas también puede contener otros metales, como el cobre y el zinc, para mejorar aún más sus propiedades físicas y químicas.
Históricamente, el níquel se utilizó por primera vez en la acuñación de monedas en 1857 en los Estados Unidos, cuando se introdujo la “moneda de tres centavos” de níquel. Desde entonces, se ha utilizado en la fabricación de monedas en todo el mundo, especialmente en monedas de bajo valor.
El níquel también se utiliza en la fabricación de monedas conmemorativas y medallas, ya que su brillo y resistencia lo hacen ideal para la producción de piezas de alta calidad. Además, el níquel se utiliza ampliamente en la fabricación de una variedad de productos, como aleaciones de acero inoxidable, baterías recargables, monedas y joyas, entre otros.
En Inglés se le conoce como “Nickel”.