Una moneda de curso legal es una moneda que está reconocida por una autoridad gubernamental y que se acepta legalmente como forma de pago para todas las transacciones comerciales. Es decir, es la moneda oficial de un país y tiene un valor establecido y respaldado por el gobierno.
El gobierno de cada país tiene la responsabilidad de emitir y regular su moneda de curso legal, y garantizar su aceptación en todas las transacciones dentro de su territorio. Esto significa que los ciudadanos y las empresas están obligados a aceptar la moneda de curso legal como forma de pago para todas las deudas, y los bancos y otras instituciones financieras deben aceptarla para depósitos, retiros y transferencias de fondos.
Las monedas de curso legal son generalmente acuñadas en metales como el cobre, el bronce, el níquel y el acero inoxidable (Anteriormente, se hacían en plata u oro), y pueden estar disponibles en diferentes denominaciones. También pueden tener diseños y motivos especiales para conmemorar eventos importantes, personas notables, o con fines decorativos.
En Inglés se le conoce como “Circulating coins”.